viernes, 26 de junio de 2009

West Side Story reenfoca los Veranos de la Villa

El mítico musical celebra su 50º aniversario y España lo celebra acogiendo el montaje de Donald Chan, en ciudades como Madrid, Santander o Gijón.


Presentación en Madrid del musical


Por Carolina González Alonso (MadridTeatro en CeroPretensiones)


La nueva edición de los Veranos de la Villa calienta motores con una superproducción musical. Se trata de una versión purista de Donald Chan que deja intactos el guión, la orquestación y las coreografías, ya que, tal y como explicó el director musical en su presentación en Madrid, "no están permitidos por derechos de autor". Sin embargo, se ha hecho un sesudo trabajo de puesta en escena con la incorporación de los mejores avances tecnológicos.




La urbana adaptación de Romeo y Julieta sigue siendo objeto de culto en la actualidad. Aquella historia de amor “prohibida” entre miembros de dos bandas callejeras opuestas que en la década de los cincuenta recogió la frustración entre los inmigrantes latinos que, buscando el “sueño americano”, se encontraban con una sociedad potencialmente consumista, excluyente y xenófoba. West Side Story es una de las comedias musicales que más fuerte ha pisado en escenarios, cines e, incluso, se ha atrevido con la publicidad. Podemos recordar, ya que hemos hecho hincapié en esta última disciplina, el anuncio que lanzó CocaCola (youtube.com) como promoción de su nueva versión Zero.


Además de inaugurar la nueva edición de los Veranos de la Villa, West Side Story desvirga el Escenario Puerta del Ángel, un espacio de ocio al aire libre con capacidad para más de dos mil personas. West Side Story pisará sus tablas entre el 25 de junio y el 5 de julio. A continuación, la compañía viajará a Japón y en agosto regresará a España para actuar en Santander y Gijón.


Si quiere más información le recomendamos:


Reportaje en Palco5: Broadway llega a Madrid con West Side Story

Web oficial de West Side Story (en inglés)

Web oficial de los Veranos de la Villa

lunes, 8 de junio de 2009

Els Joglars lleva “La Cena” de gira por España


Por Carolina González (MadridTeatro en CeroPretensiones)




Els Joglars es la compañía de teatro privada más antigua de España. Lleva sobre las tablas desde 1962 y, desde sus inicios, se ha caracterizado por reflejar, bajo una dirección transparente, una crítica por la realidad más cercana. En contra de lo que dicta la experiencia, su carácter independiente y molesto no les ha relegado a un reconocimiento sectorial y minoritario, sino todo lo contrario. Su profesionalidad en escena y la inteligencia de sus argumentos le han hecho valedora de un prestigio internacional.


La semana pasada, tuvimos la oportunidad de conocerles en el Auditorio Padre Soler en Leganés. Y la satisfacción fue absoluta. De una forma más o menos explícita, el dramaturgo y director de la compañía, Albert Boadella, ha ido “soltando pullitas” a todos los personajes públicos que hoy son objeto de opinión pública. Políticos y jueces, profesionales de la comunicación, falsos líderes, e incluso, cocineros.


Para escribir “La Cena”, Boadella se ha inspirado, tal y como indica en la página Web de la compañía, en Tartufo, el personaje de Molière que versa sobre la manipulación que sobre la sociedad ejercen líderes hipócritas. "Vivimos en la época de mayor esplendor del Tartufo [...] ,en el que la ostentación pública de la filantropía y el puritanismo fingido son las señas de identidad"., comentaba Boadella el día del estreno de la obra. Lo cierto es que con un argumento tan minimalista como es la organización de una cena por la lucha contra el cambio climático, la obra recoge escenas muy cotidianas que van desde la frivolización del mantenimiento sostenible de los edificios, a la protección de especies en peligro de extinción, o a la alienación de la persona por una falsa creencia.


El éxito de la compañía se debe, sin duda, al ingenio de sus representaciones. Su dinámica de trabajo es aparentemente muy sencilla. Albert Boadella la ha denominado “Método emergente”. Selecciona un tema, lo hace añicos y lo observa desde todas las perspectivas posibles. A partir de ahí, comienza el juego: “Se da cuenta de los errores. Duda. Busca. Excluye y renueva, hasta que surge el hallazgo. Al descubrir la síntesis, emerge la poética”, explica Lluís Elías en el prefacio del primer volumen de las obras de Albert Boadella.


En estos meses, Els Joglars se va de gira por algunas provincias del país. Del 10 al 14, visitarán Valladolid, y el 18 estarán en Albacete.


Reportajes gráficos sobre "La Cena"

Entrevista a Albert Boadella en Siluetas (54'11''), RNE

lunes, 4 de mayo de 2009

Jesús Barranco: “El Teatro es de los pocos espacios que conservan el hecho ritual”

Después de 60 años, el director Carlos Aladro desempolva una de las obras de Shakespeare más ambiguas, “Medida por Medida”.

CeroPretensiones habla con uno de los miembros de la compañía, Jesús Barranco. Madrileño y con más de 15 años en la profesión, Jesús nos cuenta cuál es su percepción del montaje y aprovecha para hablarnos de la situación actual del Teatro, en concreto, del caso de La Abadía, espacio donde nació esta nueva versión de “Medida por Medida”.

Por Carolina González (MadridTeatro en CeroPretensiones)

Jesús Barranco
(breve biografía)

Pregunta: “Medida por medida”, ¿es un drama o una comedia?

Respuesta: Para mí es más una comedia que un drama. Sin embargo, no se sabe con seguridad. Algunos críticos o teóricos hablan de la post-comedia, algo así como una comedia pasada de rosca. En “Medida por Medida”, el gracioso –Lucio- es un bufón muy cínico, muy irónico. De hecho, Carlos Aladra ha querido que el bufón fuera un macarra.

No obstante, los ingleses intentan hacer de “Medida por Medida” un drama existencial, desechan la parte cómica y profundizan en la relación entre los personajes, por ejemplo, entre Angelo e Isabel.



P: ¿Cuál es la moraleja de “Medida por Medida”?


R: Esta obra va de un tío que está hastiado del poder -el Duque-, y decide experimentar con otra forma de gobierno. Por eso, Viena, que hasta ahora vivía en libertad política y sexual, pasa a estar sometida a un hombre fundamentalista, Angelo.

Shakespeare
escribió esta obra al morir Isabel I, con la llegada al poder de Jacobo I. Se dice que esta obra es una manera de decirle al rey cómo debe gobernar. Jacobo es católico, mientras que Isabel era anglicana y, de alguna manera, con “Medida por Medida” Shakespeare cuestiona a Jacobo si con su catolicismo será capaz de solucionar algo de lo que no fueron capaces los protestantes.

Carlos lo traslada mentalmente a un Madrid contemporáneo y se cuestiona si vivimos en una sociedad neolib
eral, libre sexualmente, en la que la mayoría de la gente no tiene unas convicciones religiosas claras. Se plantea hasta qué punto es compatible lujuria y el discurso. El Duque aprende que la moral debe existir al servicio del ciudadano, pero no al servicio de una idea utópica o fundamentalista. Al final se da cuenta de que el equilibrio sí es posible.

P: ¿Cuán importante es Escalo en el desarrollo de la historia?


R: La verdad es que cuando leí la obra por primera vez me pregunté qué hacía este personaje en la obra. No sabía exactamente cuál era su misión. Así que, al analizar el guión, nos dimos cuenta de que si hay algún pilar en esa Viena utópica, ese es Escalo. La obra comienza con una fiesta y cuando acaba, el Duque entra en una crisis brutal. Se ha acostado con trescientas, lo tiene todo, pero no está a gusto. Entonces, aparece Escalo, que también se ha acostado con otras tantas y, sin embargo, está tan pancho, no le pasa nada. De alguna manera, Escalo es un espejo para el Duque. Un espejo que le jode, ¿cómo puede estar Escalo tan bien, cuando yo estoy así de mal? Escalo es como un padre, él sabe lo que le pasa al Duque, él sabe todo el plan.

P: Pero es un personaje muy pasivo…


R: Escalo conoce al Duque al detalle, sabe qué hace y qué piensa. Pero lo principal es la lealtad a la persona que está al poder. Esto es muy complicado, porque no sabes qué es lo que cambia en Escalo. Tiene que ver con la lealtad, al final nos damos cuenta de que puede ser tanto un arma activa como pasiva.

P: ¿Qué significa el teatro para usted, aparte de un medio de vida?


R:
El teatro me da la posibilidad de dialogar artísticamente en un espacio. El actor comparte en presente su manera de hacer arte. Y yo vivo por ese momento. Por supuesto vivo por otras más cosas, por mi familia, por mis gatas... Pero más allá de eso, el actor, durante un par de horas, comparte con el público su propia realidad artística, como si el pintor compartiese cada minuto que ha tardado en hacer un cuadro. Y es impresionante p
oder ser recompensado cada tarde con un aplauso. Eso crea cierta adicción (risas).

El teatro es un hecho ritual, en el mundo contemporáneo es difícil tener espacios rituales, casi no existen. Ya n
i en las familias. El teatro es de los pocos sitios que conservan ese sentido de ritual, de compartir un hecho colectivo en el que hay catarsis y rebullen emociones.

Escena del espectáculo "Autorretrato doble" de Pilar Campos y Carlos Rod
(Fotografía de Arcadio)


P: ¿Qué sucede cuando entran en conflicto el director y el actor sobre un asunto de interpretación?

R: Sucede muy a menudo, cada uno tiene su propia manera de hacer. Entonces, tengo que quitarme mucho de mí para adaptarme a él, pero también tengo que poner mucha verdad. Mi trabajo está en conseguir hacer ver al director que mi manera de estar en escena le sirve. Los personajes pueden ser más o menos camaleónicos, pero siempre hay una manera de coser.

En mi caso, todos los personajes que he tenido en La Abadía han sido unos frikis. Personajes clownescos que terminan siendo antihéroes, me llaman por eso, por mi manera de hacer. Entonces yo digo, ¿cómo puedo hacer posible que esto no sea un cliché y poder, con estos personajes, dar verdad? Escúchame y permíteme hacer. De esta manera, como intérprete, también estoy colaborando, dando mi punto de vista.


P: ¿El actor nace o se hace?

R: Yo creo que se hace. O sea, hay
una predisposición y, por supuesto, hay personas que tiene más o menos posibilidades. Pero si no trabajas, por mucho éxito que tengas, no considero que seas actor. El actor tiene que entrenar, tiene que descubrir cuál es su poética. Si el actor no descubre que tiene un manejo del instrumento, una mecánica, no puede ser consciente de la actuación, aún siendo muy bueno y muy orgánico. Si no lo has descubierto, entonces, a esa persona la llamaría interesante para un papel en un determinado momento, pero no actor…

Escena de "La Ilusion" de Corneille y Kushner
(Fotografía de Ros Ribas)

P: Actualmente, es muy común el conflicto entre creadores y programadores. A propósito del Festival Madrid en Danza, celebrado el mes pasado, la directora Ana Beatriz Alonso se quejaba de que a los creadores se les pide que hagan montajes más vanguardistas y especiales, mientras que los programadores se guardan las espaldas seleccionando adaptaciones de clásicos. ¿Cómo puede ser esto compatible?

R: Los programadores tienen mucho miedo a la nueva dramaturgia. Creo, en general, que subestiman mucho al público. Si al público no se le provoca con nuevas maneras de ver la escena, no va a ir nunca. El gran problema es que las vanguardias en las artes escénicas se están convirtiendo en un gueto. Al final resulta que los que hacen la nueva dramaturgia son raros, snobs o elitistas. Es una putada. Los programadores tendrían que trabajar mucho sobre la formación de público, y eso no se hace con espectáculos multitudinarios, sino con espectáculos especiales, íntimos o cercanos. Da igual que tengan que ser explicados, poco a poco el público se iría acostumbrando.


P: Precisamente, el cineasta Sam Mendes está ahora en Madrid con otra obra de Shakespare, “Cuento de invierno”. En su presentación, el cineasta dijo que para él el teatro debería ser como la ópera, en el sentido de las grandes coproducciones internacionales; lo dijo porque prefiere a un público variado e itinerante en lugar del típico público neoyorquino abonado al teatro, que va semanalmente al estreno de turno, ¿qué opina de eso?


R: Sí que tiene razón. En el caso del teatro La Abadía, su director, José Luis Gómez, comenta un problema serio, y es que su público está envejeciendo. En su momento, se creó como un centro de investigación y como una fundación. Todos sus componentes son intelectuales y políticos que ya rondan los 60 años. Este público pertenece a una cierta élite socialista que quería ver grandes puestas en escena y rechaza, o no entiende las propuestas más contemporáneas. Por otro lado, el público joven tampoco va, porque considera que es un poco casposo. Así que los viejos no vienen y los jóvenes tampoco.
En la Abadía hace falta que el mismo público que asiste a una propuesta de Shakespeare, nos vea haciendo también propuestas más contemporáneas.

Igual que en los espacios alternativos deberían ir actores que se relacionen con espacios multitudinarios. Así, el público diría, por ejemplo: “yo toda la vida he ido a ver a Ana Belén porque la he considerado un símbolo oficial y consideraba que me iba a dar algo a la altura de mis circunstancias. Y ahora me dicen que está en una sala pequeña para veinte personas. Voy a probar”. La experiencia va a ser totalmente distinta, Ana Belén estará cerca del público, ya no va a ser un personaje alejado, sino que mirará directamente a los ojos y hará un texto que no es ortodoxo. Que el público viva esa doble experiencia es muy interesante.


P: También, es profesor de teatro en la universidad, ¿cómo de permeables ve a los jóvenes que aprenden esta disciplina?

R: Curiosamente, creo que los chicos que practican y disfrutan del teatro como hobby, al mismo tiempo que estudian en la universidad, son más permeables que los actores que se forman en escuelas de teatro y se dedican única y exclusivamente a eso. Cuando vienen al teatro son curiosos, no vienen responsables de intentar aprender un oficio. Como pedagogo, esa inocencia me aporta mucho. Lo que pasa es que esa permeabilidad tienen una contraindicación y es que no te da la seguridad de que van a continuar con esa investigación. La mayoría no son constantes y faltan a clase.
Por su parte, a los actores que están estudiando, yo les recomendaría que trabajasen o estudiasen otras cosas a la vez, eso les hace más permeables. Les permite descubrir nuevas vocaciones, de repente se pueden dar cuenta de que quieren ser mimos, bailarines o escritores.

P: ¿Qué personaje le gustaría interpretar alguna vez en la vida?


R: El Próspero de Shakespeare es un personaje que me alucina. Me lleva rondando por la cabeza desde que vi la película de Greenaway llamada “Propero’s Books”. Es una locura de película. El que hace de Próspero es John Gielgud, que está a punto de morir. Todos son imágenes, casi como un videoclip y el está con una voz en off continua, diciendo el texto de la “Tempestad”. Es un personaje muy mesiánico, muy egoísta… de él parece que surgiese el bien y el mal. Ese personaje me interesa mucho…

Al margen de eso, para mí es un sueño poder hacer personajes que se crean de la nada. Y, afortunadamente, casi siempre pasa. En muchos momentos de mi trayectoria, he tenido la oportunidad de crear personajes en una reunión de amigos, de crearle un nombre y una biografía y venga, a ver qué se te ocurre.


P: ¿Cree que es cierto que la vida es puro teatro, un cliché?


R: Yo creo que sí, que la vida es puro teatro. ¿Hasta qué punto lo que estamos haciendo ahora es más ficticio que lo que hacía el otro día con Escalo? Cada día tengo más dudas sobre dónde acaba lo real y dónde empieza lo ficticio (silencio) Parece que estuvieses hablando con un loco (risas).
Me gustaría traer a colación una de las reflexiones de Carlos Castaneda. Es un antropólogo peruano que, durante una de sus investigaciones en México, se hizo aprendiz de un indio yaqui al que llamaba Don Juan. El brujo le introdujo en el consumo del peyote como psicotrópico y comenzó a tener constantes estados alterados de conciencia. Castaneda llegó a la conclusión de que cuando uno se da cuenta de que la realidad es un desatino controlado, uno es muy feliz. Y yo creo que está en lo cierto; la realidad es una ficción perfectamente controlada en la que uno puede decidir jugar o no. Otra cosa es la verdad, algo a lo que nos apegamos para vivir… (silencio) No sé, a la vida no le quito importancia, pero sí la frivolizo en algunos momentos.

lunes, 27 de abril de 2009

Madrid loves Bollywood

El mes de abril reúne en la cartelera del teatro madrileño dos montajes indios al más puro estilo de Bollywood: India… un viaje musical y Bollywoodland.


Por Carolina González (MadridTeatro en CeroPretensiones)


Bollywood ha iniciado una carrera contrarreloj para lograr alcanzar el estrellato. En cuestión de meses, y gracias al triunfo de Slumdog Millionaire, que se alzó con ochos estatuillas doradas de la Academia de Cine Estadounidense el pasado mes de febrero, Bollywood se ha convertido en la sensación del momento. Las firmas de cosmética se inspiran en las actrices de la factoría india para desarrollar sus nuevas colecciones de maquillaje, y la todopoderosa muñeca Barbie se fija en Katrina Kaif, actriz de Bollywood, para dar rostro a una nueva muñeca.


Por tan sólo un instante, parece que todo el universo girase en torno al cine indio. Y Madrid, siempre ciudad puntera en lo que a nuevas corrientes se refiere, no escatima en gastos ni esfuerzos para tener en cartelera producciones indias de calidad.


Bollywood es la otra cara de una India desconocida y sumida en la pobreza. Sus películas, generalmente, de más de dos horas de duración, fusionan la música y la danza típica de su país con los ritmos y coreografías del pop occidental. Las coreografías son muy coloridas y multitudinarias y a las bandas sonoras suelen darle voz conocidos artistas, que lanzan al mercado sus canciones meses antes de la difusión del filme, como forma de promoción.


La temática en estos filmes suele permanecer constante: en un país con más de mil millones de habitantes no sólo hay enormes desigualdades, sino también esperanza, alegría y mucho amor. Y este tipo de historias es el que ha permitido crear un vínculo de unión entre indios que viven a miles de kilómetros de distancia y hablan distintas lenguas. Esta es, grosso modo, la marca nacional que se ha exportado desde el país asiático y que está siendo tan aceptada en el mercado occidental.


A Bollywoodland lo avala su director artístico, Martin Arnaud, cuya experiencia en la creación de espectáculos pasa por la Copa Mundial de la FIFA 1998, los Juegos Paralímpicos de Atenas 2004, el Foro de las Culturas de Monterrey 2007 y las ceremonias de inauguración y clausura de la Eurocopa 2008.




En esta ocasión, ha traído al Teatro Compac de Gran Vía una historia de amor imposible, pero infinita –al más puro estilo shakesperiano- entre Maya y Surya. “Mi intención es atrapar al público por medio de algo que nunca se ha hecho, como es trasladar la magia del cine indio a la escena”, explica Arnaud. En su trama, dos jóvenes tienen que luchar contra la rígida estructura ortodoxa de su país para poder amarse en libertad.


La historia goza de su excepcionalidad gracias a la vanguardista puesta en escena de un gran equipo de profesionales. Este proyecto, producido por Mamut Events, Les Petits Français y Smedia, ha reunido a actores indios y británicos. “La escuela de baile de Bollywood de Londres es tan prestigiosa como las de Delhi y Bombay”, explica Arnaud, y como los artistas se comunican o bien en hindi o bien en inglés, se subtitulan los diálogos para que todo el público entienda.


Sin embargo, la conexión entre el público español y la historia que ahí se cuenta la logra el narrador, David Pinilla, conocido por series como "Hospital Central" o "Sin tetas no hay paraíso". Para David, su función en la obra es complementaria, ya que el baile va más allá del mero ejercicio para instituirse en el propio arte dramático: “cada gesto sirve para contar algo de una historia”, explica, “el baile y la música forman parte clave del hilo narrativo del espectáculo”.

Las raíces de la doctrina de Bollywood se encuentran en el Natyasastra, el texto más antiguo que se conoce sobre dramaturgia. En este tratado sánscrito se define el drama como continente de la palabra, el mimo, la danza y la música. Incluso, da las claves para establecer los principios que hoy marcan la técnica y la estética kitsch que caracterizan a este género cinematográfico.

Así pues, la motivación no fue distinta para los hermanos Suresh y Sunny Singh, artífices de India… un viaje musical, representado en el Teatro Príncipe Gran Vía: “nuestra intención no es sólo acercar Bollywood al público español, sino también mostrarle la complejidad de la cultura india. Por ello, decidieron dividir la obra en dos partes: la primera como revelación de la música y la danza tradicional de cada región, y la segunda dedicada exclusivamente al concepto Bollywood.

“La idea –explican los hermanos- es cambiar el argumento típico de las películas producidas en nuestro país”. Es decir, no sólo quieren contar una historia de amor, sino ofrecer al espectador un “viaje intercultural”, por medio de una joven española que busca en India sus orígenes paternos.

Que el público conecte con el montaje es primordial para Suresh y Sunny: “queríamos hacer algo que también sirviera de puente entre nuestra cultura y la del país que nos acoge, de ahí que contáramos con bailarines españoles e indios nacidos en España”.

Definitivamente, los españoles también nos hemos subido a la ola. El colorido, la música y las historias de amor han dado lugar a una catarsis mundial. ¿Tendrá Bollywood la clave para unir con su encanto a civilizaciones sometidas a tantos desencuentros?

lunes, 20 de abril de 2009

La compañía de Sam Mendes representa en Madrid clásicos de Chéjov y Shakespeare


The cherry orchard (El Jardín de los cerezos) de Chéjov, y Winter’s tale (Cuento de invierno) de Shakespeare son las obras que la compañía The Bridge Project, representa en Madrid este mes, del 18 al 22 y del 25 al 29, respectivamente.


Por Carolina González (MadridTeatro en CeroPrentensiones)

El espacio elegido para su puesta en escena ha sido el Teatro Español, que esta temporada ha apostado por propuestas de alta calidad que atienden a sensibilidades muy diferentes, con hábitos culturales distintos entre sí.

La compañía The Bridge Project en su presentación en el Teatro Español

Conocido por su trabajo en American Beauty, Camino a la perdición o Revolutionary Road, a Sam Mendes también lo avala una impecable trayectoria teatral. “Hace seis años dirigí Tío Vania y Noche de Reyes, por lo que buscaba unas obras que tuvieran paralelismo con éstas. Y lo encontré en El jardín de los cerezos y Cuento de invierno, que también
ahondan en la nostalgia, el paso del tiempo y la posibilidad de redención. Shakespeare y Chéjov eran dos autores con inquietudes, fueron más allá del naturalismo. Pienso representar más obras de los dos, estoy pensando en subir a las tablas Tres hermanos y As You Like it”, reveló en la presentación en Madrid de la compañía.

Sam Mendes, director de cine y teatro

La idea de ambos montajes surge del reto personal del cineasta de unir sobre el escenario a importantes figuras del teatro británicas y norteamericanas, para hacer una gira transoceánica de dos años de duración. Entre los componente de la compañía está el tejano Ethan Hawke (Antes que el diablo sepa que has muerto), la irlandesa Sinead Cusack, y los ingleses Rebecca Hall (Vicky Cristina Barcelona) y Simon Russell Beale.


Nueva Zelanda, Singapur, Alemania o Londres son algunos de los destinos que, junto a Madrid, tiene planeado visitar la compañía de Mendes. “Estamos en Madrid porque es una de las grandes ciudades del mundo. No hace falta más que ponerse delante del Teatro Español para sentir escalofríos”, añade el cineasta.


“El roce entre distintas culturas hace que salten chispas, genera una gran energía y hace que el espectáculo sea más vivo y emocionante”, explicó Mendes al preguntarle por la relación entre actores sobre el escenario.

Por su parte, Hawke reconoció la “falta de cultura de muchos norteamericanos para con textos de Shakespeare”, y continúa, “para nosotros siempre es un descubrimiento. Por eso es cierto que existe un cierto complejo de inferioridad en los actores norteamericanos cuando nos ponemos ante un Shakespeare; siempre pensamos que es algo de los ingleses”. Sin embargo, Sam Mendes explicó que en ningún momento del montaje primó la intención de subordinar un estilo al otro, sino todo lo contrario. “De hecho, cada actor aportará su acento, para el que sepa reconocerlo”, concluyó Hawke.

Escena de la obra Cuento de invierno de Shakespeare

Sam Mendes comentó a los periodistas asistentes su visión del teatro. “Es como estar en casa: alimenta mi alma. Sin embargo, las películas te tienen en movimiento constante, es puro nomadismo”. Y reincide en lo que ya una vez explicó para El País.com, hacer teatro es mucho más placentero, pero bastante más arriesgado en muchos sentidos.

Así, provechó también para explicar su modelo de producción ideal: “el teatro debería imitar a la ópera en el sentido de las grandes coproducciones internacionales”. Y continúa, “cuanta más variedad de público tenga una obra, mejor. Tener un público abonado, como pasa en Nueva York, que cada martes va a ver el nuevo estreno supone un estancamiento. Es siempre el mismo público en distintas obras. Eso es la muerte del teatro. Y es una de las razones de este proyecto”.

lunes, 13 de abril de 2009

Comienza la 24ª edición de "Madrid en Danza"

23 compañías nacionales e internacionales se reúnen desde hoy hasta el próximo 3 de mayo para celebrar uno de los festivales de danza más internacionales de España.


Por Carolina González (MadridTeatro en CeroPretensiones)



Durante veinte días, el festival acoge a “aquellas obras y creadores que sin olvidar el sofisticado y difícil lenguaje físico de las distintas técnicas de danza siguen la senda de la innovación y la mezcla. Como explica Ana Cabo, directora artística del evento, “hemos querido mostrar otras formas de entender la danza y trascender los géneros”.


El festival, que coincide en fechas con el FestiMad 2M y las fiestas del 2 de mayo de la Comunidad de Madrid, se desarrolla en más de 25 espacios de la ciudad de Madrid y cuenta con la colaboración de más de diez ayuntamientos pertenecientes a la Red de Teatros de la Comunidad.


En estos encuentros tendrán lugar cuatro estrenos absolutos, dos europeos, once españoles, y cinco representados por primera vez en la capital. Simultáneamente, también se celebran ciclos, talleres, clases magistrales y proyecciones maratonianas. En total, se prevé, según miembros de la organización, la participación de 22.000 personas.


“En esta edición queremos afianzar la perspectiva internacional de un arte sin fronteras”, afirma Santiago Fisas, Consejero de Cultura, Deporte y Turismo de la Comunidad de Madrid. A pesar de tener un presupuesto de 760.000 euros, 40.000 menos que el año anterior, entre las compañías invitadas destacan los Ballets de Montecarlo, la británica Candoco Dance Company, la brasileña Mimulus Cia de Danza, o la danza experimental rusa de la compañía Iguan Dance Theatre. También Iraq, Japón, Francia, Estados Unidos o Israel tienen lugar en la programación.


Por su parte, la Nova Galega de Danza de Galicia, la compañía de Sol Pico de Cataluña, o Malucos Danza y Larumbe Danza de la Comunidad de Madrid, serán algunas de las representaciones nacionales en el Festival. Folclore, flamenco, butho, danza española, danza contemporánea o bailes de salón buscan satisfacer las expectativas de todos los públicos con propuestas muy variadas.


El 29 de abril, Día Internacional de la Danza, tendrá lugar la gala “Ayer y hoy de la Danza” con un homenaje a la catalana Aurora Pons, Premio Nacional de Danza 1994 (Entrevista, pág 6. Revista de la Casa de la Danza, 2007), y se entregará el Premio Zapato Rojo de la Asociación Cultural por la Danza a la Casa Encendida.


El colofón final será el estreno en Europa (días después de su estreno absoluto en Nueva York) de “Nearly Ninety”, la última obra de Merce Cunnigham, con la que el afamado coreógrafo celebra su 90 aniversario y sus 60 años de actividad creadora.“Cunnigham es uno de los más importantes artistas vivos. En él se resume la historia y el futuro de la creación coreográfica, la acción multidisciplinar y la revolución en el uso del concepto del espacio en el escenario, explica Santiago Fisas. “Es pionero en el uso de las nuevas tecnologías y el multimedia” y, en esta ocasión, cuenta con la colaboración de la arquitecta Benedetta Tagliabue; John Paul Jones, ex bajista de Led Zeppelin; el grupo Sonic Youth, y el compositor multimedia Takehisa Kosugi.



Otro de los espectáculos más esperados es el de Wayne McGregor (biografía en inglés) con la Random Dance, “Entity”, estrenado en 2008 en Londres y reconocido como uno de los éxitos de la bienal de Venecia. Una obra que indaga en la relación que existe entre el cerebro y el cuerpo en movimiento y que ha sido fruto del trabajo conjunto de psicólogos, neurocientíficos e ingenieros de software. “En la obra de McGregor se resume todo el cambio del concepto espacio en formas de movimiento abstracto que también tienen su origen en esa danza moderna que nació en Estados Unidos”, explica Ana Cabo en la Web oficial del Festival, y añade, “este año hemos intentado relacionar obras, ideas y lugares concretos bajo un trazo común: la modernidad como expresión de nuevas actitudes y valores frente al espacio clásico o la literatura universal llevada a la danza actual”.



Ana Beatriz Alonso es una de las directoras que este año debutan en el festival. Su compañía canaria, I+D Danza, lleva el espectáculo “Dragón”, un collage surrealista de danza inspirada en las cuatro etapas cruciales en la obra del pintor Óscar Domínguez, y en la primera gran evolución del movimiento parisino.


Para Alonso, “participar en festivales como éste, sin duda alguna uno de los más grandes del país, es fundamental para poder entrar en otros circuitos”, y añade, “si no estás dentro de las compañías que se mueven dentro de la política institucional, las cosas están bastante complicadas”.


La joven creadora critica la situación actual en la que se mueve la danza en Canarias y propone un cambio que pase por la educación. “Existe un conflicto muy grande entre la creación y el mercado: por un lado se les pide a los creadores que hagan propuestas innovadoras, que estén al nivel internacional, pero la realidad es que el mercado ni las absorbe ni las demanda”, y concluye, “a veces uno se arriesga como creador pero después los programadores no contratan este tipo de espectáculos”.


En definitiva, el mes de abril llega cargado de novedades en el panorama de las artes escénicas. Ciudades como Madrid, Barcelona o Valencia son algunos de los lugares donde tendrán lugar los encuentros más interesantes de compañías de danza nacionales e internacionales.



martes, 31 de marzo de 2009

Cien mil personas rinden tributo al Teatro en la noche madrileña

La pasada noche del 27 de marzo, artistas y espectadores celebraron en las calles de Madrid la tercera edición de la "Noche de los Teatros".


Por Carolina González (MadridTeatro en CeroPretensiones)

El evento, de nueve horas de duración, fue fruto de la colaboración de más de 600 actores y contó con la participación de 100.000 espectadores, según datos de la Consejería de Cultura, una cifra similar a la del año pasado. Se trataba de 170 actividades de gran diversidad: representaciones y performances a pie de calle, exposiciones, coloquios, proyecciones y música en vivo, distribuidas en 107 espacios diferentes de la ciudad.

La jornada comenzó a las cinco de la tarde, con la lectura del pregón, en la Casa Lope de Vega, por el dramaturgo Francisco Nieva. El discurso concluyó otorgando carta blanca a los artistas: “el teatro es libertad plena, con las formas decantadas del arte”. Fue, por tanto, el pistoletazo de salida para que cientos de artistas desnudasen sus yoes en escena.

Para promover la participación del público, muchas de las salas redujeron el valor de las entradas, algunas con descuentos de hasta un 50%. Aunque en las colas para entrar a los teatros fueran muchos los que habían comprado su entrada con días de antelación y, por tanto, sin descuento.

Por su parte, la calle de Fuencarral fue una de las paradas más asistidas. Allí tuvo lugar una cabalgata barroca, por Morobia Teatro, y más de veinte espectáculos de breve duración e interacción con el público, en seis escenarios diferentes entre las estaciones de metro de Quevedo y Bilbao.


Allí acudió, por la tarde, la presidenta de la Comunidad de Madrid, Esperanza Aguirre, que se vio obligada a abandonar el lugar en cuestión de minutos, después de que muchos actores y público, allí congregados, la increpasen con insultos y voces a coro como “¡fuera, fuera!”, “¡no a la privatización!”, “¡sanidad pública!”, o “¡Aguirre te quiero, Aguirre te adoro, tengo tu foto en el inodoro!”.

Percances aparte, el evento fue seguido de cerca por el consejero de Cultura, Deporte y Turismo, Santiago Fisas. En una de sus paradas, el político se encontró con los actores de la obra “Mentiras, Incienso y Mirra”, representada desde hace unos meses en el Teatro La Latina. Entre brindis, declaró “esperemos que hoy no sea un día excepcional y que la gente venga al teatro todos los días”. Al mismo tiempo, en ese mismo enclave, la periodista Patricia Ortega de Elpais.com preguntaba a la taquillera del teatro por la asistencia del público en un día tan señalado: “para la sesión de la tarde no hemos vendido más entradas de las que pudimos haber vendido el viernes pasado. Para la sesión de las 22.30, sin embargo, hemos vendido algunas más. Algo se nota”.

A las siete se celebró, en la sede de las Artes Escénicas de la Comunidad de Madrid, la conferencia “Cuatro Miradas sobre la escena europea”, en la que Albert Boadella, director artístico del teatro y miembro del grupo Els Joglars, reflexionó sobre “la dificultad para mantener la excelencia del arte dentro de la ensalada a la que se denomina cultura”. Sin embargo, aseguró, "el teatro goza de buena salud".

Para el dramaturgo catalán no hay crisis que afecte a este sector. Y es que cuenta con dos factores clave que aún hoy el público sigue apreciando y demandando: el ritual y el riesgo del directo. Las cifras que recoge la SGAE así lo corroboran: el pasado año, el número de espectadores en los teatros madrileños ascendió a dos millones. Según declara la sociedad de autores, los espectadores siguen teniendo en cuenta el teatro dentro de sus actividades de ocio, fundamentalmente, porque "las obras no pueden descargarse de la red".

Goce de buena salud, o tenga una mala salud de hierro -como prefieren decir otros-, el sentido de este homenaje trasciende lo material. La celebración del Día Mundial del Teatro se propuso en 1961 en el noveno congreso del Instituto Internacional de Teatro, creado dos años después del final de la segunda guerra mundial, con la clara intención de establecer, mediante las artes escénicas, lazos permanentes de solidaridad y comprensión entre los países.

Desde entonces, una personalidad del mundo del teatro se elige por su reconocido trabajo en las artes y la solidaridad para escribir el Mensaje Internacional, traducido a decenas de idiomas y leído ante millones de espectadores en todo el mundo. Este año, ha sido el dramaturgo y director de teatro brasileño Augusto Boal el que ha tenido tal honor.


Hace unos años, Nelly Garzón, por aquel entonces directora de la Federación de Ateneos de Venezuela -instución de apoyo en pro del desarrollo sociocultural de las comunidades-, acertó al describir en el mensaje local de 2008, en lo que a teatro se refiere, la existencia de una dimensión donde los hombres de todas las razas y credos han expresado -y expresan- sus angustias visionarias, sus protestas y sus ideales.

En definitiva, aunque muchas voces aleguen que las nuevas tecnologías han invadido la escena y aplastado la dimensión humana, lo cierto es que el teatro ha conseguido rediseñarse y adaptarse a los nuevos tiempos, llegando a realizar teatro sin luz, sin palabras o, incluso, sin actores. Ahora bien, hasta el día en el que el debate sobre la realidad del teatro concluya, CeroPretensiones prefiere quedarse con una de las frases más escuchadas a los largo de la pasada jornada teatral: ¡viva la salud de hierro del teatro!